Foto (UH): Biblioteca del Ateneo Paraguayo (Asunción, Paraguay). Captada el 18-may-2009.
Unos 5 mil volúmenes, que incluyen tomos originales de creadores paraguayos, son parte de la colección de la institución. Actualmente, la biblioteca del Ateneo Paraguayo (Asunción, Paraguay) es uno de los archivos especializados en literatura musical del país.
Por Sergio A. Noé Ritter
Tomos de literatura, artes visuales, educación artística y musical, composiciones clásicas, partituras y manuscritos originales de autores locales como Juan Max Boettner y el maestro Juan Carlos Moreno González, forman parte del acervo de una de las instituciones más antiguas del Paraguay.
Se trata de la biblioteca Rosicrán del Ateneo Paraguayo, la cual resguarda en sus anaqueles unos 5 mil ejemplares de la temática de arte.
Según el director del ente, Manuel Martínez, el rico acopio bibliográfico es considerado como uno de los más completos y especializados en el país, en lo que respecta a la literatura pianística y educación musical.
El espacio incluye también materiales audiovisuales de música y ópera, así como ejemplares adquiridos por la comisión del Ateneo para la capacitación de profesores y alumnos.
Los inicios del espacio
La biblioteca del Ateneo Paraguayo tiene su origen en el Instituto Paraguayo, una de las denominaciones que también tuvo la entidad.
“La colección del entonces Instituto Paraguayo se componía principalmente de libros donados a principio de siglo XX por la fundación Canergie”, explica Martínez.
Las obras estuvieron en resguardo en el Colegio Internacional de Asunción hasta los años ‘40.
Luego, cuando Juan Francisco Recalde fue titular de la entidad de formación artística, los volúmenes retornaron al lugar.
“En la década de los 80, el doctor Adriano Irala Burgos traslada los libros del Centro de Estudios Antropológicos -nacido en el Ateneo- a la Universidad Católica”, acotó el directivo.
El acervo actual de la biblioteca del Ateneo Paraguayo
En octubre del 2.003, se declara extinta la colección Canergie y se funda la actual biblioteca del Ateneo, bajo el nombre de Rosicrán (Narciso R. leído al revés).
Dicha denominación es en memoria del escritor Narciso R. Colmán, ya que varios tomos de su colección privada se resguardan en el espacio.
En el 2005, la biblioteca del Ateneo aumenta en volúmenes con el retorno de la colección Canergie. “Ello fue posible gracias a los buenos oficios de Margarita Kallsen, actual directora de la biblioteca de la Universidad Católica, institución que devolvió definitivamente dichos libros”, dice Martínez.
Por otra parte, el encargado de la institución calificó al acervo como “una biblioteca de estanterías cerradas”.
Esto ocasiona que el recinto sea de resguardo, “debido a la calidad de los materiales, en su mayoría documentos originales de los escritores nacionales”, manifiesta Martínez.
Por tal motivo, las puertas están cerradas al público, además de atravesar un proceso de inventariado y clasificación de las obras. A futuro, se tiene proyectado abrir parcialmente las estanterías para los investigadores, aunque hoy solo se puede acceder a los textos mediante una solicitud al ente.
Partituras originales de autores locales
La biblioteca del Ateneo alberga originales de partituras, manuscritos y programas de puño y letra de personalidades de nuestro país, como el músico Juan Max Boettner, el maestro Juan Carlos Moreno González –creador de la zarzuela paraguaya– y la artista plástica Edith Jiménez. Asimismo, el acervo incluye partituras de ex docentes de la institución, entre ellos, Gloria Gavilán Cálcena de Bordenave, Josefina Serra Cueva de López, Nelly Giménez, entre otros.