Foto 1 (UH): Conjunto de APA - Lito Delgado y Santos Lima - Concierto tributo a Agustín Barboza (5/05/2009)
Foto 2 (UH): Ybera y Diana Barboza - Concierto tributo a Agustín Barboza (5/05/2009)
Este artículo propone un comentario del concierto tributo al músico Agustín Barboza, realizado el martes 5 de mayo de 2009, en el Teatro Municipal de Asunción (Paraguay), por el 96 aniversario de su nacimiento de este artista paraguayo.
Por Sergio A. Noé Ritter
En la noche del martes pasado se ofreció un sencillo, aunque muy sentido tributo, al gran músico paraguayo Agustín Barboza, en el Teatro Municipal, por el 96º aniversario de su nacimiento.
Ante una platea activa y participativa, se inició la velada con la presencia de Aníbal Benítez Navarro, quien en representación de Autores Paraguayos Asociados (APA) ofreció una semblanza del ilustre compositor.
Seguidamente el conjunto musical de APA –dirigido por el maestro Santos Lima– animó la cita con temas del homenajeado.
Este grupo –integrado entre otros por Chico Morel y Lito Delgado– interpretó Mi patria soñada, una recordada canción de Barboza que emocionó al público. Luego acompañó a la cantante Lilian Romero, quien deleitó con su voz.
Enseguida se sintió el potente canto marcial Cerro Corá, gracias a la voz de Alberto Finés. Un clásico del folclore que no faltó fue Nde rendápe aju, con la agraciada voz de Roberto González.
El ballet de la Universidad Americana –en tanto– bailó al son de la orquesta de APA, que interpretó Flor de Pilar, con el canto de Chico Morel.
Tras esta presentación, ocupó las tablas la hija del recordado músico, Diana Barboza, quien con guitarra y voz atrapó a los asistentes, junto con el artista Lito Delgado.
Luego, el ballet de la Universidad Americana danzó Chinita querida, para luego dar lugar a la presentación del arpista Rito Pedersen.
Las Mujeres que cantan la guarania también ofreció su homenaje a Barboza, teniendo al frente las voces de Diana y Yberá. Al final se unió Marizza, la Reina Morena de la Canción, la que se ganó a la platea, para luego cerrar la noche con las voces de jóvenes revelaciones.
Un tributo bien merecido, que posibilitó además un bello recorrido musical con las creaciones de Barboza.