Foto: Museo del Mueble Paraguayo.El Museo del Mueble Paraguayo, surgido a iniciativa del artista Carlos Colombino, propone un espacio para la memoria, con objetos vinculados a las costumbres de nuestros antepasados. Situado en Areguá (Paraguay), el lugar se habilitó el domingo 9 de mayo de 2010. Por Sergio A. Noé Ritter
En el museo se expone una colección especialmente preparada en el marco de los festejos del Bicentenario de la Independencia, denominada El mueble hasta el tiempo de la independencia.
La muestra se expondrá durante 6 meses. El acceso al espacio es gratuito y abrirá de martes a domingo, de 14 a 17.30 horas. El sitio reúne una variedad de objetos religiosos y populares de la época colonial.
Según Carlos Colombino, creador del espacio, el fin del Museo del Mueble "es mostrar e historiar las formas por las que atravesó la creación del mobiliario paraguayo, desde la colonia hasta 1820".
Agrega que el Museo muestra el camino recorrido por el mueble y sus creadores, en donde "se observa el trabajo de artesanos, carpinteros y artistas, tanto indígenas como inmigrantes: jesuitas, franciscanos y españoles".
La muestra también se abre en el marco del Mes Internacional de los Museos, que se celebra el 18 de mayo.
MUESTRA. La colección consta de una variedad de objetos de uso doméstico, religioso y rural. "Hay un sinnúmero de muebles relacionados al uso popular y eclesiástico", dice Colombino.
La exhibición se inicia con una hamaca, que corresponde al uso indígena. "Se cuenta con muebles de los Próceres de la Independencia, como Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero y de la familia Cabañas", detalla el dueño del Museo.
El mobiliario procede de los muesos del Barro, Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, el Municipal de Villarrica y de coleccionistas particulares, que están expuestos en calidad de préstamo.
Se incluyen sillas, sillones, nichos, retablos, karameguãs (arcón donde se guardaba la ropa) y armarios destinados al uso eclesial y doméstico.
Tras la culminación de la actual exposición, se proyecta completar el Museo con muebles de los siglos XIX y XX.
USOS. Para Colombino, cada objeto tenía una funcionalidad específica, surgida en un determinado lapso de tiempo.
"Todo tiene su sentido y razón. Uno encuentra la razón de los muebles porque nos relatan historias, gustos, costumbres y usos de una época determinada. Además, nos muestran la creativa e inventiva de los seres humanos a lo largo de la historia", explica el artista plástico.
Para el creador del sitio, el mobiliario habla por sí mismo. "Los muebles informan sobre el uso de las personas. Tal es el caso del tinajero, donde se coloca el cántaro para tomar agua", remarca.
SUEÑO LOGRADO. El Museo del Mueble Paraguayo fue una idea acariciada por Colombino desde hace varios años atrás, y no concretada antes por falta de apoyo.
"Cuando cumplí 70 años me dije a mí mismo que debía tener un juguete. Y desde la construcción del Museo –hace dos años y medio–, éste es mi juguete", comenta Colombino.
Con respecto a la ubicación del museo, argumenta que eligió Areguá (Paraguay) porque es "la ciudad donde vivo".
PARTICULARIDAD. Entre todas las piezas del lugar, hay uno que atrajo especialmente la atención del artista. "Me gustó bastante un altar doméstico de Villarrica (Paraguay), que vi en un rancho de esa ciudad. También descubrí que casi todas las casas de Asunción (Paraguay) tenían estos altares domésticos, pero que fueron saqueados luego de 1870, por los brasileños", relata Colombino.
Añade que de estos altares, "no quedó ninguno de ellos. Posiblemente, este altar guaireño sea único en el país, por lo menos, en cuanto a su dimensión", revela. Explica que también hay pequeños nichos, destinados para el dormitorio, que funcionan como altar.
UN PROYECTO QUE DURÓ MÁS DE DOS AÑOS
Carlos Colombino califica el lugar como un "gran contenedor" de objetos.
El sitio cuenta con rampas que permiten la visualización de las piezas desde varios puntos de vista. "Los muebles puedan verse desde arriba y abajo", asegura el artista.
El creador señala que financió la construcción del edificio con recursos propios y con el apoyo de amigos, durante casi dos años y medio.
"No puede dejar de citar a la ingeniera Ada Verna y a Víctor González Acosta. Tampoco puedo olvidar a Virgilio Caballero, un albañil de primera que construyó solo el sitio, con el apoyo de un ayudante. Por tal motivo, el pabellón del Museo se llama Virgilio", revela Colombino.
El artista plástico espera que el sitio se convierta en un sitio de desarrollo turístico para la ciudad de Areguá (Paraguay).
Publicado en Última Hora, el domingo 9 de mayo de 2010
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La muestra se expondrá durante 6 meses. El acceso al espacio es gratuito y abrirá de martes a domingo, de 14 a 17.30 horas. El sitio reúne una variedad de objetos religiosos y populares de la época colonial.
Según Carlos Colombino, creador del espacio, el fin del Museo del Mueble "es mostrar e historiar las formas por las que atravesó la creación del mobiliario paraguayo, desde la colonia hasta 1820".
Agrega que el Museo muestra el camino recorrido por el mueble y sus creadores, en donde "se observa el trabajo de artesanos, carpinteros y artistas, tanto indígenas como inmigrantes: jesuitas, franciscanos y españoles".
La muestra también se abre en el marco del Mes Internacional de los Museos, que se celebra el 18 de mayo.
MUESTRA. La colección consta de una variedad de objetos de uso doméstico, religioso y rural. "Hay un sinnúmero de muebles relacionados al uso popular y eclesiástico", dice Colombino.
La exhibición se inicia con una hamaca, que corresponde al uso indígena. "Se cuenta con muebles de los Próceres de la Independencia, como Fulgencio Yegros, Pedro Juan Caballero y de la familia Cabañas", detalla el dueño del Museo.
El mobiliario procede de los muesos del Barro, Monseñor Juan Sinforiano Bogarín, el Municipal de Villarrica y de coleccionistas particulares, que están expuestos en calidad de préstamo.
Se incluyen sillas, sillones, nichos, retablos, karameguãs (arcón donde se guardaba la ropa) y armarios destinados al uso eclesial y doméstico.
Tras la culminación de la actual exposición, se proyecta completar el Museo con muebles de los siglos XIX y XX.
USOS. Para Colombino, cada objeto tenía una funcionalidad específica, surgida en un determinado lapso de tiempo.
"Todo tiene su sentido y razón. Uno encuentra la razón de los muebles porque nos relatan historias, gustos, costumbres y usos de una época determinada. Además, nos muestran la creativa e inventiva de los seres humanos a lo largo de la historia", explica el artista plástico.
Para el creador del sitio, el mobiliario habla por sí mismo. "Los muebles informan sobre el uso de las personas. Tal es el caso del tinajero, donde se coloca el cántaro para tomar agua", remarca.
SUEÑO LOGRADO. El Museo del Mueble Paraguayo fue una idea acariciada por Colombino desde hace varios años atrás, y no concretada antes por falta de apoyo.
"Cuando cumplí 70 años me dije a mí mismo que debía tener un juguete. Y desde la construcción del Museo –hace dos años y medio–, éste es mi juguete", comenta Colombino.
Con respecto a la ubicación del museo, argumenta que eligió Areguá (Paraguay) porque es "la ciudad donde vivo".
PARTICULARIDAD. Entre todas las piezas del lugar, hay uno que atrajo especialmente la atención del artista. "Me gustó bastante un altar doméstico de Villarrica (Paraguay), que vi en un rancho de esa ciudad. También descubrí que casi todas las casas de Asunción (Paraguay) tenían estos altares domésticos, pero que fueron saqueados luego de 1870, por los brasileños", relata Colombino.
Añade que de estos altares, "no quedó ninguno de ellos. Posiblemente, este altar guaireño sea único en el país, por lo menos, en cuanto a su dimensión", revela. Explica que también hay pequeños nichos, destinados para el dormitorio, que funcionan como altar.
UN PROYECTO QUE DURÓ MÁS DE DOS AÑOS
Carlos Colombino califica el lugar como un "gran contenedor" de objetos.
El sitio cuenta con rampas que permiten la visualización de las piezas desde varios puntos de vista. "Los muebles puedan verse desde arriba y abajo", asegura el artista.
El creador señala que financió la construcción del edificio con recursos propios y con el apoyo de amigos, durante casi dos años y medio.
"No puede dejar de citar a la ingeniera Ada Verna y a Víctor González Acosta. Tampoco puedo olvidar a Virgilio Caballero, un albañil de primera que construyó solo el sitio, con el apoyo de un ayudante. Por tal motivo, el pabellón del Museo se llama Virgilio", revela Colombino.
El artista plástico espera que el sitio se convierta en un sitio de desarrollo turístico para la ciudad de Areguá (Paraguay).
Publicado en Última Hora, el domingo 9 de mayo de 2010
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