miércoles, 25 de agosto de 2010

Juan Sinforiano Bogarín: El obispo católico paraguayo que abogó por la unidad a inicios del siglo XX



Juan Sinforiano Bogarín (1863-1949) fue el primer arzobispo que tuvo el Paraguay. Abogó por la unidad del país en medio de las revoluciones dadas a inicios del siglo XX. Sus cartas reflejan su inquietud por la familia y la fe del pueblo. Por Sergio A. Noé Ritter.

“Juan Sinforiano Bogarín es uno de los hombres de mayor influencia en el desarrollo espiritual del Paraguay de los últimos tiempos”, escribió el historiador Efraím Cardozo en alusión al monseñor que dejara grandes huellas en el país.

Las giras pastorales que emprendió Bogarín a lo largo y ancho del Paraguay fueron numerosas, llevando no solo la fe católica, sino un mensaje de paz y esperanza a un pueblo castigado por las revoluciones políticas que se sucedieron en el inicio del siglo XX.

El gran hito de la carrera del monseñor fue su designación como primer arzobispo del país, gracias a la creación de la Provincia Eclesiástica del Paraguay.

CARRERA. Tras quedar huérfano de padre y madre luego de la Guerra contra la Triple Alianza (1865-1870), y criarse con su tía María González, ingresa al Seminario Consular en 1880.

Se ordena sacerdote en 1886. Al año siguiente ya lo nombran párroco de la Catedral y luego obispo, en 1894. No le cae bien su nueva designación, dada a través de una terna electa en Roma. Finalmente acepta el cargo de obispo, con humildad y responsabilidad.

Elige como lema de su obispado Fortiter ed suaviter (Con fuerza pero con suavidad). “Fuerza en el cumplimiento del deber, en la defensa de sus principios y en el magisterio de la Iglesia. Pero suavidad en su comportamiento, con los demás, en la corrección a los descarriados, en el aliento a los caídos”, escribía el profesor Jerónimo Irala Burgos. Recién en 1930 Bogarín sería nombrado arzobispo de Asunción.

TRABAJO PASTORAL. Según refiere Margarita Durán, en la obra 'Forjadores del Paraguay', Bogarín se ocupó de reconstruir la situación de la Iglesia Católica a finales del siglo XIX y comienzos del siglo XX.

Trabajó para recuperar a sacerdotes alejados del ministerio e invirtió tiempo en la formación, promoción y saneamiento del clero nacional.

Con la ordenación de 90 jóvenes, cubrió gran parte de las necesidades espirituales del país, asignándolos a varias parroquias.

“Durante su obispado surgieron las primeras asociaciones de apostolado laico, como la Liga de Damas Católicas, la Federación de Juventud Católica y la Acción Católica”, registra Durán.

La historiadora añade que “fue un verdadero reconstructor moral de su pueblo”, ya que luchó para evitar sectarismo y fanatismos partidarios, que impedía el accedo de hombres idóneos a cargos públicos.

PACIFISTA. El religioso vivió muy de cerca todas las revoluciones liberales que se sucedieron entre 1904 y 1940, además de ser testigo de la recordada Revolución del 47.

Antes estos hechos, el mismo Bogarín calificaba las guerras internas de fratricidas, donde los “hermanos paraguayos” luchaban y morían innecesariamente. Se oponía tenazmente a estos conflictos.

“Bogarín supo enarbolar la bandera de la paz, porque su meta fue el interés general de la nación y nunca desmayó en la búsqueda de su objetivo”, escribe Durán en el libro 'Forjadores del Paraguay'.

Por su parte, Efraím Cardozo destaca la labor de Bogarín, al cual consideró como “un factor de unión” en medio de las convulsiones políticas.

PERSONALIDAD. El historiador paraguayo Justo Pastor Benítez dice que Bogarín era un gran conocedor de la sicología popular.

“Su sola presencia era perfumada como un pesebre. Su voz era familiar a los oídos. Su figura se erguía como expresión de bondad, de preocupaciones espirituales. Era la paz en una tierra castigada por divisiones y odios”, apuntaba el historiador.

Legado: Mensaje de unidad, cartas, libro y museo

Dentro del gran legado evangelizador de Juan Sinforiano Bogarín figuran para la posteridad sus 66 cartas pastorales.

En varias de estas misivas instaba a los paraguayos a la unidad, debido a las constantes revoluciones liberales dadas a inicios del siglo XX.

Otra de sus grandes preocupaciones estuvo en el campo social. Abordó en sus cartas temas como los deberes cívicos, el divorcio y el laicismo en la educación, según consigna Margarita Durán.

El contenido de las cartas pastorales no pierden actualidad. Hoy son de gran valor documental, porque en ellas se rescata parte de la historia nacional y también valores éticos como la justicia, hermandad y caridad.

Durante su vida, el monseñor Bogarín realizó tres grandes giras pastorales por todo el país, viajando en tren, carreta o a caballo, buscando difundir la fe cristiana. También dictó unas 4.055 conferencias doctrinales.

En 1949, la muerte lo sorprendió con 85 años de edad, 63 de sacerdocio y 54 de episcopado. Dejó también Mis apuntes, un libro de edición post mortem, que incluye sus memorias. Una primera edición se lanzó en 1986 (hoy está agotada). Una reedición se lanzó en el 2001, por el CIDSEP (Precio: G. 50.000, informes al teléfono +59521445429).

MUSEO. Actualmente se erige al costado de la Catedral de Asunción, en un predio anexo a la Universidad Católica, el museo de arte sacro colonial que lleva el nombre de Monseñor Juan Sinforiano Bogarín.

El espacio, dependiente de Conferencia Episcopal Paraguay (CEP), alberga más de 1.300 objetos históricos. Parte del acervo del museo atesora la colección personal de quien fuera el primer arzobispo del Paraguay.

Bogarín inició esta colección, recogiendo objetos y documentos históricos. La misma se extendió con tallas religiosas, convirtiéndose en un museo de arte sacro.

En el contacto con el pueblo, Bogarín dotó de testimonio a la historia paraguaya durante más de 50 años. En el catálogo de la colección, redactado por el mismo monseñor, figuran objetos que fueron adquiridos, cedidos o donados.

El museo funcionó en la curia metropolitana hasta la muerte de Bogarín. Luego se trasladó al Seminario Metropolitano, para luego volver al espacio actual.

Cronología de la vida de Juan Sinforiano Bogarín

* Nace el 21 de agosto de 1863, en el pueblo de Mbuyapey (departamento de Paraguarí), en Paraguay. Sus padres son Juan José Bogarín y doña Mónica de la Cruz González, pero queda huérfano durante la Guerra contra la Triple Alianza (1865- 1870).

* El 24 de febrero de 1886 es ordenado sacerdote en la Catedral de Asunción. En 1887 es nombrado párroco de ese lugar.

* El 21 de septiembre de 1894 es designado como obispo del Paraguay por el papa León XIII. Accede al grado obispal luego de una terna conformada por Narciso Palacios y Claudio Arrúa, cuando se produce la muerte del obispo Pedro Juan Aponte, en 1891.

* En 1929 se crea la Provincia Eclesiástica del Paraguay, integrada por la arquidiócesis de Asunción, las diócesis de Villa Rica y Concepción.

* El 15 de agosto de 1930, monseñor Bogarín recibe la investidura arzobispal, de manos del nuncio apostólico Felipe Cortesi.

* En 1937, el arzobispo Bogarín inaugura el Primer Congreso Eucarístico Nacional, en conmemoración de los cuatrocientos años de la fundación de Asunción.

* En febrero de 1920 celebra las bodas de plata de su consagración sacerdotal. En ese entonces comienzan sus luchas en defensa del matrimonio, ya que aparece la batalla legal del divorcio.

* En sus numerosas cartas pastorales, manifiesta su constante preocupación por la patria, los conflictos políticos, la guerra del Chaco (1932-1935) y la revolución del 47.

* Bogarín es en uno de los referentes de la Iglesia Católica en los primeros 50 años del siglo XX, donde se sucedieron más de 30 presidentes de la república.

* El 25 de febrero de 1949 fallece, a los 85 años de edad, el primer arzobispo del Paraguay.

Publicado en la contratapa del diario Última Hora, el lunes 9 de agosto de 2010

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