miércoles, 8 de diciembre de 2010

César Medina: un creador de música folclórica de Paraguay al son de las melodías del bandoneón



El paraguayo César Bonifacio Medina Velázquez (1912–1988), quien fuera compositor, bandoneonista y docente, fue un pionero en incursionar con las orquestas típicas nacionales. Legó a la posteridad obras del sentir popular, además de crear la Misa Folclórica Paraguaya. Por Sergio A. Noé Ritter.

En sus años mozos, César formó parte de una de las primeras orquestas típicas del país, conocida como IRIS.

También fue parte de recordados conjuntos folclóricos como San Solano, que integrara el músico y político Epifanio Méndez Fleitas –disidente de la dictadura stronista–, y Perú Rimá, dirigido por Mauricio Cardozo Ocampo.

Según Elpidio Alcaraz, las obras de Medina son Pitiantuta y A mi reina elegida, con letras de José Portillo; Ha che retâ Paraguay y Kuña ao hûmi, con textos de Teodoro S. Mongelós; Camino verde, con versos de José Magno Soler; 13 Tuyutí, con letras de Emiliano R. Fernández; y Vy′ay jave, con letra de Carlos Ramírez y Belisario Medina.

Para Luis Szarán, las obras de Medina son Cantar lejano, Reseda poty, San solano, Che morenamíme, Lejana ilusión, Quién sabe, Canto a Encarnación, Vírgen morena, Yvoty ñu, Nanawa de gloria, Felíz mariposa, Anhelo, Horas de ensueño, San Pedro del Paraná, Mujercita, Mitâ kuñami, María Cristina, Marcha al Banco Central y otras.

Ivani Amambay y Daniel Torales cuentan que Medina presentó hacia 1980 la Misa Folclórica Paraguaya, una obra compuesta por siete partes en tiempo de guarania.

AMISTAD. El músico José Magno Soler, quien fuera amigo de César Medina, lo recuerda como un buen maestro, ya que compartió por años el escenario siendo cantante de su grupo. "Fue una gran personalidad, con una humildad que se veía en su seriedad", dice José Magno en alusión a César.

El cantante tiene grabado en la memoria cómo fue el día que lo encontró. "No lo conocía. Me encontré con él circunstancialmente, en una tertulia familiar nocturna, en una casa ubicada en la calle Don Bosco y Piribebuy, actuando con mi guitarra. Me escuchó cantar, y luego me preguntó desde hace cuándo tiempo yo me dedicaba a la música", rememora José Magno.

Tras hablar, César lo invitó a pasar por su casa para darle unas instrucciones musicales. "Recién allí me dijo que era César Medina. Eso fue una gran sorpresa", revela.

El cantante explica que, al poco tiempo, César lo invitó a ser parte de su conjunto. "Luego se integró Aniceto Vera Ibarrola, un violinista y primo de César. Se sumó Juan Belotto, quien fuera instruido por José Asunción Flores, a rasguear y acompañar con los primeros compases de la guarania", señala.

José Magno recuerda que la primera actuación con el grupo de César fue en el restaurante Caballito Blanco, donde hoy está Diesa (en el kilómetro 4,5).

CUESTIÓN POLÍTICA. José Magno Soler asegura que César fue perseguido por el régimen de Alfredo Stroessner, a causa de su vinculación artística con el músico Epifanio Méndez Fleitas (quien luego fuera desterrado por su disidencia con la dictadura).

Ivani Amambay y Daniel Torales afirman que Medina cayó preso en el Departamento de Investigaciones de la Policía, en 1959. "Se le cerraron así las oportunidades laborales y pasó apremios económicos, por el simple hecho de tener una relación artística con Epifanio Méndez Fleitas", revelan Amambay y Torales.

Según José Magno, muchos buscaban vincularse con Mendez Fleitas a través de su grupo San Solano, para ganar fama y credibilidad. "César nunca sacó provecho de las músicas ajenas –las de Epifanio– ni usó indebidamente el nombre de otros músicos para ganar fama. En ese sentido, era muy honrado y tenía gran dignidad, ya que tenía una excelente capacidad para componer", dice el cantante.

Foto: César Medina

Música y más: La creatividad en las venas
César Medina era parte de la prestigiosa orquesta San Solano, formada por Epifanio Méndez Fleitas.

También eran parte del grupo –según recuerda José Magno Soler– el dúo de guitarra y voz de Antonio Barrios y Nino Espínola; los violines de Lorenzo Álvarez y Aniceto Vera; los bandoneones de Juan E. Villalba y César Medina, y el arpa de Nicolás Barrios.

“Por la cuestión política, el grupo San Solano duró pocos años y se extinguió. A pesar de que Epifanio era la cabeza visible del grupo, César Medina era el director musical de la orquesta”, afirma José Magno. Asimismo, asegura que César era un gran compositor.

“Cuando se le pasaba unos versos, encontraba fácilmente la melodía. Un ejemplo de ello fue Caminito verde, una pieza que compusimos juntos. Yo le entregué la letra, y enseguida buscó unas notas y le fluyó fácilmente la melodía. Era muy inspirado y de gran facilidad para componer”, explica el cantante José Magno.

Tras el arribo desde Buenos Aires del músico Mauricio Cardozo Ocampo, César Medina pasó a formar parte del grupo Perurimá, donde actuó por varios años. Medina también fue a la Argentina, donde tuvo la oportunidad de estudiar y ser parte de la orquesta folclórica del maestro José Asunción Flores.

ANÉCDOTA. Hacia finales de los 50 ocurre un insólito episodio, según recuerda José Magno Soler.

“Teníamos que actuar en el bar Triángulo (que anteriormente funcionaba en Carlos Antonio López y Colón). Por eso, salimos una tarde en busca de un arpista para el grupo. Fuimos hacia el Puerto, cerca de lo que hoy es la Recova. Allí encontramos a un muchacho morochito, y César le preguntó si quería actuar por una noche”, relata el músico.

El joven arpista que encontraron se trataba de Epifanio Adorno. “Tras ensayar a pedido de César, le enseñó a afinar el arpa con el bandoneón. En una semana ya tocamos. El debut con el joven arpista fue hacia 1959 ó 1960, en plena dictadura”, recuerda José Magno.

Cuenta que en la noche que iban a actuar se infiltraron, entre los presentes del bar, unos policías vestidos de civil.

“César me pide que presentara al público el conjunto y el nombre de los integrantes. Pero allí mismo le dije: ‘César, ¿qué hacemos con el nombre de nuestro artista, que se asocia fácilmente al de Epifanio Méndez Fleitas?’”, le inquirió con cierto temor José Magno a César.

“En ese mismo instante que le planteé la situación, rápidamente y sin dudar César me dijo que lo presentara como Pa p i Adorno”, narra José Magno.

El ingenio de César sorprendió de sobremanera al cantante. “Esa fue nuestra primera anécdota como grupo”, indica el músico que compartió 11 años de actuación con el maestro César Medina.

Cronología de vida
* Un 4 de junio de 1912 nace, en Concepción, el músico César Medina. Sus padres son Froilán Medina y Eduvigis Velázquez.
* Hacia 1930, estudia música con su hermano, el violinista Pedro Belisario, y luego con Carlos Pe c h o ’i Ramírez.
* Durante la Guerra del Chaco (1932-1935), forma parte del elenco Nanawa, conjunto musical del Tercer Cuerpo de Ejército, con el que participa de giras musicales por el país.
* En 1938, realiza sus estudios de armonía clásica con el profesor Emilio Biggi.
* Hacia 1940, César se incorpora a la primera orquesta típica IRIS. También forma parte de los conjuntos folclóricos San Solano y Perurimá.
* Entre 1943 y 1948, cursa una especialización en armonía tradicional, contrapunto, instrumentación y orquestación, en Asunción, con el checo Otakar Platil.
* De 1946 a 1948, preside la Asociación de Músicos del Paraguay.
* Entre 1951 y 1956, es miembro del directorio de Autores Paraguayos Asociados (APA), del cual es socio fundador.
* De 1950 a 1953, realiza sus estudios de perfeccionamiento musical en Buenos Aires (Argentina).
* Entre 1964 y 1965, cursa estudios de armonía moderna y música dodecafónica en el Conservatorio de Cultura Musical.
* De 1966 a 1968, realiza estudios de contrapunto y armonía superior con Juan Carlos Moreno González.
* Desde 1966, es profesor de armonía del Conservatorio Municipal de Música. También dirige el Conjunto Folclórico Municipal de Asunción. El 1 de junio de 1988, fallece en Asunción.

Fuente para cronología y texto: Diccionario de la música, de Luis Szarán, y Creadores del alma guaraní, de Ivani Amambay y Daniel Torales.

Publicado en Última Hora, el lunes 1 de noviembre de 2010
Imagen: Dibujo de bandoneón de Enzo Pertile. Foto: César Medina. Crédito: Gentileza.
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