Coordinar y armar el colosal conjunto de 200 arpistas, con niños y jóvenes de todo el Paraguay, significó meses de trabajo y disciplina, bajo la guía musical del maestro César Cataldo. Todo esto contó con el apoyo de municipios y entidades. En el 2010, el diario paraguayo Última Hora seleccionó a las 200 Arpas del Bicentenario como el éxito musical más sobresaliente del país. Por Sergio A. Noé Ritter.En el ámbito musical, uno de los desafíos del año 2010 fue la presentación de las 200 Arpas del Bicentenario en Asunción. "Es uno de los símbolos artísticos más significativos de las Fiestas Patrias", recalcó César Cataldo, quien guió este aparatoso conjunto musical.
Las actuaciones implicaron el esfuerzo de varias entidades, como la Municipalidad de Asunción, el Proyecto Sonidos de la Tierra y otras comunas, además del apoyo de los padres de las comunidades involucradas.
Las 200 Arpas fueron interpretadas por niños y jóvenes de Caaguazú, Isla Pucú, Pilar, Atyrá, Horqueta, Guyraû Gua y Ybycuí. Se unieron chicos de Pedro Juan Caballero, Concepción, Repatriación, Curuzú Araújo, Costa Irala, Encarnación, Luque, San Miguel Yacu, Yuty y Caazapá. También participaron instrumentistas de Arpa Róga, del Instituto Municipal de Arte (IMA) y la Asociación de Arpistas.
BALANCE. Para el arpa paraguaya, el 2010 tuvo una ardua tarea en todo el país. El maestro César Cataldo y su equipo se encargaron de recorrer distintas comunidades del interior, con miras a la preparación y conformación de las 200 Arpas del Bicentenario.
"Conformar el grupo fue todo un desafío, pero también una gran satisfacción, porque se logró mantener un nivel de calidad, considerando que existe un 30 por ciento de principiantes", reveló Cataldo.
Para la primera presentación del conjunto, realizada el 14 de mayo pasado frente a la Catedral de Asunción, la tarea fue intensa, según el conductor musical.
"Se formó una disciplina de antemano, que en la mayoría de los casos me tocó desarrollar a mí. También significó un trabajo previo que se fue dando en mis visitas a las comunidades", indicó Cataldo.
Añade que todo fue posible también gracias al "refuerzo musical, la conciencia de los chicos, y la tierna dureza -como la llegué a llamar- en los preparativos para los conciertos".
El director musical percibió el compromiso de los chicos, que incluso estuvieron muy tensos. "Para algunos arpistas era la primera vez que venían a Asunción", reveló el maestro.
Tras meses de trabajo, ensayos y visitas a las comunidades del Norte y Sur del país, el maestro observa esta tarea con una gran satisfacción.
"Me sentía feliz, desde el momento que ingresaron -de manera impecable- a la explanada, para ubicarse tal cual lo ensayamos. Eso me dio tranquilidad, además del apoyo permanente de Marlene Sosa y Ana Scappini", indicó César Cataldo.
Para el maestro, la actuación de las 200 Arpas fue un examen muy grande "porque hubo varias personas que jamás dieron un peso por el proyecto, incluso gente del propio Gobierno, a quienes se le ha pedido un apoyo concreto".
TRABAJO. Tras la primera presentación de las 200 Arpas, surgieron varios desafíos en el 2010, como las actuaciones de las 50 Arpas en Buenos Aires y otras 50, en Chile.
"Estos son los eventos más llamativos y que tuvieron repercusión en la prensa, y gracias a ello, la gente conoció nuestro trabajo. También hubo otros acontecimientos que involucraron a menos arpas que fueron presentándose durante todo el año, casi todas las semanas", aseguró Cataldo.
Lo más anecdótico para el maestro fue que algunas personas contaron si había 200 arpas. "La meta era 200, no 199", dijo.
UN SÍMBOLO DE LA CULTURA NACIONAL
En junio pasado, el arpa paraguaya fue declarada "instrumento símbolo de la cultura musical nacional", por ley 4.001 del Poder Ejecutivo.
Este logro se dio en el contexto del Festival Mundial del Arpa, desde cuya oficina también se dio un fuerte respaldo al conjunto de las 200 Arpas, que se inspiró inicialmente en la actuación de 100 arpas.
Esta idea, propuesta por Fernando Pistilli, fue llevada a cabo por Marlene Sosa y Ana Scappini, bajo la dirección musical de César Cataldo.
"Con toda esta presencia se demostró el auge, el crecimiento y el desarrollo del instrumento. El arpa tomó varios ambientes, ya que se presentó en teatros, fiestas privadas, plazas, ciudades del interior, etcétera", reveló Cataldo.
En este florecimiento estuvo implicado el proyecto Sonidos de la Tierra, que facilitó el estudio del arpa en el país, mediante la gratuidad de la enseñanza del instrumento.
"Gracias a esto, el arpa accedió a distintas comunidades, y llegó a personas que normalmente no tienen acceso a un conservatorio o profesor particular. Así, el instrumento amplió su horizonte de posibilidades", indicó Cataldo.
Para la arpista Carmen Monges, quien siguió el proceso como espectadora, fue un logro. "Aún falta la conciencia necesaria para que la gente valore más el arpa", dijo.
RECONOCIMIENTO A UN MAESTRO
La oficina del Festival Mundial del Arpa, dependiente de la Municipalidad de Asunción, se encargó del seguimiento de este colosal reto de las 200 Arpas. Sus encargadas, Marlene Sosa y Ana Scappini, jugaron un rol clave en este proceso.
"Yo doy un reconocimiento al maestro César Cataldo, que gran parte de su vida fue docente -un gran maestro de alma, como los de antes- ya que compartió momentos de humor con los chicos, pero también les impartió la disciplina necesaria, con la seriedad requerida", dijo Marlene Sosa.
Cataldo, además de los ensayos musicales, también compartió los almuerzos con los estudiantes durante sus viajes al interior.
"Considero que es una consagración que se le debía a un gran maestro. El logro de las 200 Arpas también se dio en el contexto del Festival Mundial del Arpa, sin el apoyo del Gobierno. Consideramos que aportamos para lograr la viabilidad del trabajo y el talento de estos artistas", dijo Sosa.
Artículo publicado en el diario Última Hora, el lunes 27 de diciembre de 2010.
Esta nota también puede verse en: http://www.ultimahora.com/notas/390135-200-Arpas-del-Bicentenario:-El--mayor-logro-musical-del-ano
Foto: Parte de las 200 Arpas del Bicentenario. Créditos: Sebastián Cáceres, Última Hora.
