Dejar Paraguay para aventurarse al “sueño español” es muy tentador. Ganar unos mil euritos, enviar algún dinerillo para la familia, juntar platita para construir la deseada casa, y otras cosas más, es el sueño de muchos paraguayos al venir a España. Pero todo esto no es exactamente como muchos lo pintan. Por Sergio A. Noé Ritter
El “probar suerte” en España, sin estar informados e ignorando en gran medida a dónde se viene, confiando en el “futuro prometedor”, no es lo mejor. Esto se agrava con la actual crisis económica en España, que empeora aún más la situación.
Muchos vienen ilusionados por los “espejitos” que te prometen las “agencias de turismo”, u otras personas, que dicen que hay “futuro” en España.
Pero España -que supuestamente está insertada entre los países de primer mundo- no es la referencia de Europa en muchos aspectos, ni el “gran país” que muchos esperan.
La palabra “sacrificio” quizás le suene familiar a muchos compatriotas que ahora viven en España, porque es el principal plato del cual deben comer a diario.
¿Empadronamiento?
Los paraguayos prefieren contentarse con la “visa” o el “pasaporte”. Algunos (por desinterés o falta de tiempo) prefieren encargar el papeleo y las gestiones de sus documentos a otros, lo cual es legalmente correcto. Pero esto no es motivo para decir “no sabía”, o “nadie me dijo”, o “nadie me informó”.
La principal preocupación de casi todo inmigrante surge cuando llega la fecha de “vencimiento” del pasaporte, o por algún otro papel. Es allí donde comienza el verdadero calvario de muchos.
A todo esto se suma el no saber qué es el “empadronamiento”. Es tan importante este tema porque es la primera y principal puerta que se abre para que cualquier inmigrante pueda gozar y ejercer plenamente todos sus derechos ante el gobierno español.
Estar legal en España
Estar legal o ilegal es una línea muy peligrosa, estando en España, o en cualquier país del mundo. Una de las cosas que más contribuye a perjudicarle a cualquier paraguayo/a es no ver con tiempo sus documentos, el famoso “dejar pasar el tiempo”. Es así como se pierden muchísimos derechos.
En ese sentido, informarse y asesorarse es la primera medida que debe tomar cualquier paraguayo/a que venga a España, porque de lo contrario, cualquiera se expone a todo tipo de abuso, o en extremo, la deportación. Por eso, el principal responsable de sus documentos al venir a España es el ciudadano paraguayo.
Lastimosamente, muchas instituciones que deben informar a los paraguayos de sus derechos, no lo hacen debidamente y con la diligencia necesaria, y en ocasiones, no hay un mecanismo de comunicación “eficiente” entre las autoridades y la colectividad paraguaya.
Paraguayos en España
Los paraguayos empadronados en España alcanzan los 87.406, según datos oficiales de 2011 (1).O sea, unos 87.406 están legales en España, y del resto, ni sabemos de su existencia, por no decir que están ilegales.
Quizás, muchas mujeres estén trabajando “honestamente”, pero están sin papeles, sin una residencia legal. Lo que es peor, o lo más probable, es que muchas están trabajando “en negro”, sin poder ejercer sus derechos ante cualquier tipo de abusos.
Dentro de la colectividad paraguaya es de destacar el perseverante y honesto trabajo de tantas mujeres paraguayas que se ganan la vida como domésticas o como cuidadoras de personas adultas.
Lastimosamente, muchas de ellas optan por la vía del silencio o el encierro voluntario, ya que desconocen sus derechos, y lo peor, como ocurre con muchas, prefieren elegir el “miedo”, que se entremezcla peligrosamente con la “depresión” o el “techaga’u” que algunas viven en carne propia.
Ese trabajo doméstico, que reporta millones de dólares al año en remesas para el Paraguay -unos 202 millones de dólares, según datos del 2008 (2)-, significa horas de trabajo y de encierro voluntario, sin añadir los maltratos que ocurren en muchos casos, en el interior de un hogar, sin que nadie lo sepa.
Copia de un comunicado publicado en la página del consulado paraguayo en Madrid, España
Eju lunes
Esas mujeres que limpian casas o cuidan ancianos en España son las aportan unos 202 millones de dólares a la economía del Paraguay.
Sin embargo, el gobierno paraguayo -que tiene problemas con la emisión de documentos- hace caso omiso al pedido de muchos paraguayos y paraguayas en España con relación a sus papeles (3). Es como darles una bofetada, y decirles que sus aportes de 202 millones de dólares no sirven, o no son prioritarios para el país.
Esas lágrimas que corren por el rostro de muchos paraguayos y paraguayas aún continuarán. Ese sufrimiento en España (quizás por indiferencia o maltrato de patrones españoles a paraguayos, dado en algunos casos), añadido a la indiferencia del gobierno paraguayo, tarde o temprano, podría costar la cabeza de algún político de turno, cuya intermediación, deja mucho que desear. Ojalá termine el famoso "ejú lunes" (4), del cual muchos ya se están hartando de escuchar.
Referencias:
1) Los paraguayos empadronados en España alcanzan los 87.406, según datos oficiales de 2011 que figuran en el siguiente documento: http://www.ine.es/prensa/np648.pdf
2) Remesas de paraguayos en 2008, ver http://www.remesasydesarrollo.org/noticias/costo-de-envio-de-remesas-es-10-del-valor-de-3-anos-atras
3) Ver noticia sobre los problemas de expedición de documentos en el siguiente enlace: www.ultimahora.com/notas/435228-La-Cancilleria-admite-fallas-en-envio-de-pasaportes-a-Espana
4) "Eju lunes" proviene del guaraní y significa "venga el lunes", haciendo alusión a "postergar indefinidamente las cosas para otro momento".
Referencias:
1) Los paraguayos empadronados en España alcanzan los 87.406, según datos oficiales de 2011 que figuran en el siguiente documento: http://www.ine.es/prensa/np648.pdf
2) Remesas de paraguayos en 2008, ver http://www.remesasydesarrollo.org/noticias/costo-de-envio-de-remesas-es-10-del-valor-de-3-anos-atras
3) Ver noticia sobre los problemas de expedición de documentos en el siguiente enlace: www.ultimahora.com/notas/435228-La-Cancilleria-admite-fallas-en-envio-de-pasaportes-a-Espana
4) "Eju lunes" proviene del guaraní y significa "venga el lunes", haciendo alusión a "postergar indefinidamente las cosas para otro momento".
