Entre los diputados paraguayos más impopulares del Facebook, que cuentan con bajísimos o escasos amigos en la red, figura en primer puesto Luis Alberto Sarquis, con 6 amigos. Se trata de personas públicas, con grandes cuotas de poder político en Paraguay, cuyo accionar -sea del tipo que fuere- debe ser de interés público para la ciudadanía. La ausencia en las redes sociales de algunos congresistas, o su baja popularidad, refleja la falta de políticas a nivel de redes sociales, ya que éstas permiten y fortelecen la democracia. Esto es parte de un informe exclusivo realizado por este sitio. Por Sergio Noe.
Entre los diputados con baja popularidad en Facebook también figuran Artemio Barrios y Fernando Oreggioni, ambos con 23 amigos; Víctor Yambay y Blanca Duarte Frutos, ambos con 63 amigos; Agustín Florentín, con 64 amigos; Daniel Fleitas, con 120 amigos; Elva Martínez, con 122 amigos; Wilson Dávalos, con 149 amigos.
Se trata de perfiles muy impopulares, reflejados en la baja cantidad de seguidores o amistades. A esto, se suma la escasa cantidad de posteos, la falta de estrategias para captar seguidores y el desinterés de dar seguimiento a las cuentas. Esto revela también el desconocimiento sobre la importancia de la herramienta del Facebook.
Los políticos que han percibido la importancia del Facebook, han contratado a profesionales de la comunicación y del marketing para mejorar su presencia en las redes sociales, lo cual significa una importante inversión a su imagen y promoción política.
Se trata de perfiles muy impopulares, reflejados en la baja cantidad de seguidores o amistades. A esto, se suma la escasa cantidad de posteos, la falta de estrategias para captar seguidores y el desinterés de dar seguimiento a las cuentas. Esto revela también el desconocimiento sobre la importancia de la herramienta del Facebook.
Los políticos que han percibido la importancia del Facebook, han contratado a profesionales de la comunicación y del marketing para mejorar su presencia en las redes sociales, lo cual significa una importante inversión a su imagen y promoción política.
Tener más seguidores sí es importante, ya que es un indicador de popularidad, aunque algunos argumenten lo contrario. Pero también se da el caso de que el número no significa que un perfil en Facebook sea necesariamente influyente.
Por eso, la cantidad de seguidores también puede variar en función del estatus de la persona, que puede ser del ámbito público (gubernamental) o del sector privado o comercial. Este detalle también puede afectar notablemente la "popularidad" de un perfil, entendida por mayor cantidad de seguidores.
Para los especialistas está claro que la clave es "captar seguidores", conviertiéndose en una reconocida estrategia del marketing comercial y político en las redes sociales. En ese sentido, hay un caso muy interesante del Fan Page de la Comunidad de Madrid en Facebook.
Tras organizar un concurso de fotografía a comienzos del 2011, esta comunidad invitó a los usuarios a hacerse fan, tanto para subir fotos como para votar por las mismas. El resultado de la estrategia fue excelente: la cantidad de seguidores de la Comunidad de Madrid aumentó a 8000 en una sola semana.
Es así como muchos entienden que la cantidad de seguidores sí es importante, porque permite masificar, pero a la vez, segmentar el discurso. Y el caso de Obama es aún más evidente. Tiene casi 22 millones de seguidores, y por algo, es muy influyente. Pero también es un fenómeno particular: se fusiona muy bien su condición política (la de presidente) y la de una planificada gestión de comunicación y técnica del perfil, donde se destinan importantes recursos del Estado.
Hay que recordar que la influencia de Facebook no es sutil. Es más, ha permitido la caída de gobiernos en África y también sirvió como un importante brazo comunicativo para generar las movilizaciones del movimiento 15-M en España. En Islandia se ha reformado la constitución a través de las redes sociales.
En Paraguay muchos políticos no creen que esta herramienta tenga una verdadera incidencia social, o simplemente, la desconocen (lo cual se demuestra en que casi la mitad de los congresistas no tienen cuenta en Facebook). Los que sí reconocen su potencial, apuestan por la inversión, ya sea de tiempo, o en dinero, contratando a algún profesional que lo gestione. También está claro que un diputado no es un Juan Pérez cualquiera, sino un representante público ante millones de sufragantes que lo llevaron a su silla.
Finalmente, la realidad demuestra que casi el 50 por ciento de los diputados paraguayos no utilizan esta herramienta, vital para el refuerzo de nuestras democracias. Lastimosamente, la baja penetracion de internet en Paraguay, la baja calidad educativa y el bajo acceso a las tecnologías, también impiden que la ciudadanía (e incluso los mismos congresistas) reconozcan la importancia y las potencialidades de las redes sociales.
Fuente de los gráficos: Elaboración propia con datos de Facebook, actualizados al 27 de julio de 2011.
Por eso, la cantidad de seguidores también puede variar en función del estatus de la persona, que puede ser del ámbito público (gubernamental) o del sector privado o comercial. Este detalle también puede afectar notablemente la "popularidad" de un perfil, entendida por mayor cantidad de seguidores.
Para los especialistas está claro que la clave es "captar seguidores", conviertiéndose en una reconocida estrategia del marketing comercial y político en las redes sociales. En ese sentido, hay un caso muy interesante del Fan Page de la Comunidad de Madrid en Facebook.
Tras organizar un concurso de fotografía a comienzos del 2011, esta comunidad invitó a los usuarios a hacerse fan, tanto para subir fotos como para votar por las mismas. El resultado de la estrategia fue excelente: la cantidad de seguidores de la Comunidad de Madrid aumentó a 8000 en una sola semana.
Es así como muchos entienden que la cantidad de seguidores sí es importante, porque permite masificar, pero a la vez, segmentar el discurso. Y el caso de Obama es aún más evidente. Tiene casi 22 millones de seguidores, y por algo, es muy influyente. Pero también es un fenómeno particular: se fusiona muy bien su condición política (la de presidente) y la de una planificada gestión de comunicación y técnica del perfil, donde se destinan importantes recursos del Estado.
Hay que recordar que la influencia de Facebook no es sutil. Es más, ha permitido la caída de gobiernos en África y también sirvió como un importante brazo comunicativo para generar las movilizaciones del movimiento 15-M en España. En Islandia se ha reformado la constitución a través de las redes sociales.
En Paraguay muchos políticos no creen que esta herramienta tenga una verdadera incidencia social, o simplemente, la desconocen (lo cual se demuestra en que casi la mitad de los congresistas no tienen cuenta en Facebook). Los que sí reconocen su potencial, apuestan por la inversión, ya sea de tiempo, o en dinero, contratando a algún profesional que lo gestione. También está claro que un diputado no es un Juan Pérez cualquiera, sino un representante público ante millones de sufragantes que lo llevaron a su silla.
Finalmente, la realidad demuestra que casi el 50 por ciento de los diputados paraguayos no utilizan esta herramienta, vital para el refuerzo de nuestras democracias. Lastimosamente, la baja penetracion de internet en Paraguay, la baja calidad educativa y el bajo acceso a las tecnologías, también impiden que la ciudadanía (e incluso los mismos congresistas) reconozcan la importancia y las potencialidades de las redes sociales.
Fuente de los gráficos: Elaboración propia con datos de Facebook, actualizados al 27 de julio de 2011.