Juan Aníbal Romero Ramos (1924–2006) se dedicó ampliamente a las artes y a los negocios. Cultivó la publicidad, la caricatura y el diseño, además del teatro, la locución y la literatura. También escribió letras de músicas y actuó en filmes. Por Sergio Noe.
Aparece en el 2003 El karameguã de Don Aníbal, libro que Juan Aníbal lanzaba tres años antes de su muerte.
La obra recopila gran parte de sus recuerdos y experiencias de su contacto con el mundo cultural y artístico, narradas de modo anecdótico.
El tomo revela su trabajo de publicista y actor, ámbito donde se codeó con grandes figuras de la escena nacional.
Compartió tablas con Carlitos Gómez –así lo llamaba Aníbal–, Julio Correa, Ernesto Báez, Jacinto Herrera, Nelly Prono y otros más.
INICIOS. Juan Aníbal fue hijo de don Genaro Romero, director de Tierras y Colonias, entidad que actualmente se conoce como el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert).
Oriundo de Asunción, de joven se dedicó al ámbito publicitario y teatral.
"En la década del 40 integré el elenco de la compañía de Julio Correa. Él, al comprobar mi profunda admiración y respeto por su obra, además de tener conocimiento de mis limitaciones económicas, quizá para comprometerme más con él y con la compañía, dispuso ayudarme. Ya entonces me dedicaba a algunos trabajos publicitarios", revela el propio Juan Aníbal en su libro.
A encargo del dramaturgo, el joven se dedicó a preparar unos 2.500 volantes de la obra teatral Ñande mba’era’y, del propio Julio Correa.
En este episodio, Correa se molesta porque su nombre se resaltaba en negrita en el volante, mientras que el homenajeado era José Asunción Flores, a quien se debía dar más importancia.
“Comprobé hasta qué punto la grandeza de este hombre revestía humildad”, dice Juan Aníbal de su mentor Julio Correa.
En 1943, tras la inauguración del Cine Teatro España, se repone la obra Honorio Causa, también de Correa, donde Juan Aníbal actúa con el maestro en el papel de Jose’i.
También realiza otros trabajos de diseño publicitario y de actuación para el elenco del Ateneo Paraguayo, bajo la dirección de Don Fernando Oca del Valle, y la compañía Báez–Reisófer–Gómez.
CULTURAL. Juan Aníbal también se desempeñó como profesor de dibujo y literatura en la Escuela de Comercio 1 y en el Colegio Cristo Rey, ambos de Asunción, así como otras instituciones educativas de Encarnación.
“Dibujaba muy hábilmente. Gustaba de hacer caricaturas, realizadas a la pluma o la acuarela. Algunas de estas piezas se conservan hoy en mi atelier”, revela Aníbal hijo.
Este escritor también comenta que su padre residió unos años en Encarnación. "Preparó el diseño del escudo de la ciudad de Encarnación, y regaló el boceto original a dicha municipalidad", rememora el hijo.
FACETA PERSONAL. Su padre, según Aníbal hijo, "era una persona muy querible y que se hacía querer, tanto por los sentimientos que despertaba en los demás y que daba a los otros".
Sin dudar, el hijo ve en la figura de su padre a un hombre multifacético. "Podía dedicarse a todo. Tenía la capacidad de crear títeres, esbozar dibujos, preparar letras de canciones, entre otras cosas. En fin, tenía gran capacidad artística y de enseñar", indica Aníbal hijo.
Añade que su padre conoció en el Ateneo Paraguayo a su madre, Nidia Sanabria, quien es artista y educadora.
"Papá era muy querido por sus colegas artistas. Lo visitaban Carlos Gómez, Augusto Roa Bastos, Agustín Barboza, Luis Alberto del Paraná, entre otros", acota.
Otras facetas: Locución, actuación y algo más
Juan Aníbal Romero Ramos se dedica a la locución, la televisión, el cine, los libros, y la promoción cultural y deportiva.
En radio, condujo y preparó programas.
"Creó la radionovela La pensión de doña Liga, cuyos personajes que vivían en una pensión representaban cada cual a un club determinado, ya sea a Olimpia, Cerro Porteño, u otros. Se burlaba, en cierto modo, de la ex Liga Paraguaya de Fútbol. Pero por problemas autorales, cambió el nombre del programa por La pensión de Lolita, y continuó con la redacción del libreto", afirma Aníbal hijo.
Juan Aníbal colaboró con guiones y libretos para programas del Canal 9, y publicó artículos en medios periodísticos de la época.
Sin contar con roles principales, Juan Aníbal también incursionó en el cine gracias a su trabajo actoral.
Actuó en El trueno entre las hojas, basado en el libro de Augusto Roa Bastos, y en La Burrerita de Ypacaraí, junto a la actriz argentina Isabel Sarli, en dos producciones dirigidas por Armando Bo.
También tuvo papeles en otras producciones fílmicas. "En La Burrerita de Ypacaraí, mi papá hace de un ciego y yo lo acompaño como su lazarillo, durante unos minutos de la película", recuerda Aníbal Antonio, hijo del artista.
Asimismo, afirma que en El trueno entre las hojas su padre encarna el papel de un hombre que es devorado por las hormigas tras ser torturado y atado.
"Durante el rodaje, se le puso hormigas gigantes, que se sacaban de las tacuaras", recuerda el hijo.
También preparó la letra de un poema sinfónico, musicalizada por el pianista y compositor Juan Carlos Moreno González, creador de la zarzuela paraguaya.
"La voz del viejo río es un homenaje a la historia de Agustín Barboza, un regalo de mi padre para el artista, quien posteriormente se dedicó a poner melodía a las glosas", sentencia el Aníbal hijo.
También desempeñó labores sociales y culturales en Encarnación. Fundó el Club Social y Deportivo 22 de Setiembre, de dicha ciudad, además de ser representante de Autores Paraguayos Asociados (APA) en la Perla del Sur.
"Colaboraba para preparar las carrozas de los primeros carnavales encarnacenos y contaba con una compañía estudiantil de teatro, que gestionaba con mi madre", indica el hijo.
En el área empresarial, Juan Aníbal administró una pequeña empresa llamaba RomGo (Romero–González), durante su radicación en Encarnación.
"Con Atanacio González Cabellos, el papá del locutor Julio González Cabellos, emprende un negocio de venta de ramos generales, con oferta artículos para el hogar", dice Aníbal (h).
Su actuación en estos distintos campos estuvo caracterizada por su talento, capacidad de innovación, estilo pulcro y un acerado sentido del humor.
Datos biográficos
- Juan Aníbal Romero Ramos, quien fuera actor, publicista, guionista radial y televisivo, nació en Asunción el 21 de agosto de 1924.
- Contrajo matrimonio con Nidia Sanabria, actual directora de la Universidad Iberoamericana. Entre sus hijos se destacan el escritor y publicista Aníbal Antonio y la profesora y abogada Sanie Amparo.
- En la década del 40, tras terminar sus estudios secundarios en el Colegio Nacional de la Capital, inició su carrera artística como ilustrador, actor, guionista y locutor. Logró codearse con grandes actores de la escena paraguaya.
- En el área publicitaria, trabajó por varios años para la empresa Diesa, representante de los automóviles Volkswagen.
- Vivió en Encarnación cerca de 16 años, donde abrió su empresa RomGo (Romero–González), dedicada a la venta de productos para el hogar. También colaboró en el ámbito social, cultural y deportivo de la ciudad.
- Por cuestiones políticas con el régimen de Higinio Morínigo y Alfredo Stroessner, el artista fue exiliado a la Argentina por unos años. Allí conoció el poeta Hérib Campos Cervera y el músico José Asunción Flores.
- Escribió los libros El karameguã de Don Aníbal y Ecos de voces y aplausos, ambos libros cargados de recuerdos, relatos y anécdotas del teatro nacional y sus figuras, de carácter testimonial y documentado con fotografías.
- La 21 edición del Festival del Takuare′ê, de Guarambaré, rindió un homenaje a Juan Aníbal por su "prolífica labor artística".
- En el 10º aniversario de la fundación Agustín Barboza se le entregó la medalla de oro Honor al mérito, por su "meritoria labor en la preservación del arte popular paraguayo".
- Tras una intensa labor en el área publicitaria, en los últimos años de su vida escribió sus libros. Falleció el 31 de julio de 2006.
Este artículo se publicó en la contratapa del diario Última Hora, el lunes 27 de septiembre de 2010.
También puede leerse en los siguientes enlaces:
Foto: Juan Aníbal Romero Ramos. Créditos: Gentileza del archivo familiar.