viernes, 19 de junio de 2009

Las canciones que hacen historia con la querida albirroja

Foto (UH): Hincha de la selección paraguaya de fútbol.

 

Los creaciones musicales dedicadas a la selección paraguaya de fútbol son numerosas. Pero algunas se han convertido en verdaderos himnos. En esta nota conocemos a los autores de estos temas que motivan a los aficionados. 

Por Sergio A. Noé Ritter

La música es uno de los condimentos especiales que acompañan las presentaciones de la selección nacional.

A lo largo de los años, los simpatizantes de la albirroja siempre tuvieron canciones que enardecieron su pasión por la casaca.

Actualmente existen varios temas dedicados a la selección, aunque la más conocida es Adelante, Albirroja, adelante, hoy considerada como el himno de la misma.

Por otra parte, también surgieron otras versiones, aunque no tan difundidas. Dentro de esta gama, se incluyen los temas de estilo rockero, realizadas en la década de los noventa.

 

Un clásico

La tradicional Adelante, Albirroja, adelante, con ritmo de marcha, es una obra musical conocida por todos.

Sin embargo, muchos desconocen su procedencia, e incluso a su creador.

La letra fue redactada por Ángel Peralta Arellano, hoy ya desaparecido. En tanto, la música fue compuesta por Lorenzo Álvarez Florentín.

Cuenta este músico que la melodía surgió tras un partido de Paraguay contra Uruguay, disputado en el país hacia 1962, cuando se desarrollaba el Sudamericano Juvenil de Fútbol.

“Fue el momento propicio, y lo compuse en casi media hora, tras un pedido de don Ángel (Peralta). Inmediatamente le coloqué la introducción y los arreglos para los trombones; preparé la orquesta y, enseguida, ya grabamos. Fue como un relámpago”, recuerda don Lorenzo.

Según relata, la grabación se realizó un día antes del partido contra Uruguay, en 1962. Contó con la orquesta de la Presidencia de la República y se desarrolló en el Estudio Guarania, de Hugo Urdapilleta.

La interpretación vocal del clásico himno albirrojo estuvo a cargo de Óscar Del Alba, uno de los hermanos de Luis Alberto del Paraná.

La música se estrenó en el Estadio de la Liga Paraguaya de Fútbol, en el citado encuentro, donde Paraguay resultó ganador del campeonato.

“La recepción de la música fue inmediata y les gustó a todos”, dijo don Lorenzo, rememorando con emoción aquella época.

Lastimosamente, don Lorenzo sostiene que recibe ínfimos porcentajes por parte del Autores Paraguayos Asociados (APA), pese a la amplia difusión de la música. “Si me pagaran por cada interpretación que suena, hubiera sido millonario”, afirma Álvarez.

 

Jingle y otros

Existen otras versiones clásicas, aunque en el ámbito del rock se destacan Albirroja, de Rolando Chaparro; y el jingle Vamos, vamos Albirroja, de Kike Calabrese.

“Compuse la música a pedido de Leo Rubin, para el programa Rock and Gol, emitido anteriormente en la radio Rock and Pop”, revela el productor musical Kike Calabrese.

Añadió, en tanto, que jamás dimensionó “el impacto que tendría la música”.

Argentino de nacionalidad, Calabrese considera, aunque tímidamente, haber inspirado a Rolando Chaparro y a Próceres de Mayo para la creación de sus obras sobre la albirroja.

 

“Paraguay, cómo te quiero Paraguay...”

Con un toque más actual, y con aires de rock, el grupo Próceres de Mayo (hoy desaparecido) también hizo una música de la albirroja que gustó a todos.

Según Enrique Zayas, ex integrante, la canción surgió para la Copa Mundial de 1998 (Francia).

“Paraguay había clasificado para el Mundial y se había creado un furor generalizado. Por ello, decidimos incluirlo en nuestro primer disco”, recuerda Zayas.

Comentó que para la ambientación con hinchas, que abre la canción ,”arrearon” a varios amigos para el grito ¡Paraguay, Paraguay!” y los respectivos silbidos.

 

 

Nota publicada en Última Hora Digital e impreso (hacer clic aquí para ver la nota)

miércoles, 10 de junio de 2009

Un artista autodidacta y un gran impulsor de la plástica paraguaya

Foto: Jaime Bestard (Extraída del catáloga de Amalia Ruiz Díaz).

 

Jaime Bestard (1892-1965) fue un artista nato y tomó por pasión la plástica. También incursionó como escritor, además de dedicarse a la docencia. Hoy, la posteridad lo recuerda por su legado en el campo pictórico.

Por Sergio A. Noé Ritter

 

Bestard fue uno de los pintores paraguayos de la generación del siglo XX que influyeron en el ámbito artístico local, formando a varios discípulos, quienes tomaron el desafío de la renovación estética en el Paraguay.

Edith Jiménez, Alicia Bravard, Herminio Gamarra Frutos, Fiorello Botti, Sara Díaz de Espada de Ramírez Boettner, fueron algunos de sus ilustres alumnos, a los cuales tuvo la oportunidad de adiestrarlos en el arte de la espátula, la brocha y el pincel.

Actualmente existen varias obras y textos periodísticos sobre la figura del artista, aunque el más reciente es el tomo titulado Jaime Bestard, arte y dignidad, de la investigadora Amalia Ruiz Díaz.

Mediante esta autora, que propone una suerte de libro catálogo –que incluye una breve biografía, textos y fotos de numerosas obras de Bestard– se tiene la oportunidad de conocer a este pintor, nacido en Asunción, un 14 de mayo de 1892.

Sus padres fueron Antonio Bestard, un empleado de una firma marítima, y Juana Sosa, una ama de casa.

Siendo bachiller del Colegio Nacional de la Capital, toma sus primeras clases en el entonces Instituto Paraguayo –hoy Ateneo Paraguayo–, con el profesor italiano Héctor Da Ponte.

A sus 15 años viaja de vacaciones a España, para visitar a unos parientes. Esa primera visita fuera del país puede considerarse de gran inspiración para el joven Bestard, quien comienza a manifestar

sus inclinaciones hacia la vocación pictórica.

Recién en 1918 realiza su primera exposición, en el entonces Gimnasio Paraguayo, como también se llamó lo que hoy es el Ateneo Paraguayo.

 

La aventura de Bestard

Para perfeccionar su técnica –buscando nuevos rumbos en su carrera– decide visitar la cuna del arte del Viejo Continente.

Por ello deja el nido familiar en 1922, emprendiendo un viaje a Buenos Aires, donde queda varado durante dos años.

Allí acepta realizar todo tipo de trabajos, que lo ayudarían a costear su viaje a París, Francia.

Pese a que esta empresa le proporcionó no pocas penurias, Bestard puso todo su empeño en tan osada aventura.

“La libertad cuesta mucho más cara que la comodidad. Mas, entre ésta y aquélla, no he vacilado nunca en elegir la primera, por la que he pagado y sigo pagando sin pestañear, sin fijarme en el precio, lo que ella exige para alcanzarla”, escribió el propio Bestard en su tomo autobiográfico, denominado La ciudad florida, que lanzaría años después.

Tras llegar en 1924 a la Ciudad Luz, inicia una nueva etapa vital, en una larga permanencia que durará casi diez años.

En la capital francesa se enriquece con nuevas experiencias de aprendizajes, ya que acude a academias y atelieres, y visita prestigiosos museos. Además, en París se ganaba la vida pintando

y vendiendo sus obras, aunque a precios irrisorios.

Según relata en su autobiografía, Bestard tuvo la desagradable sorpresa de tratar con revendedores de sus piezas, hasta incluso persiguió a un escurridizo deudor, del cual llegó a cobrar hasta el último céntimo.

 

El retorno fructífero del artista

Sólo en 1933 Bestard vuelve al Paraguay, iniciando otra etapa en su vida, de gran producción en las áreas pictórica, literaria y educativa.

Gracias a su empeño y esmero, el pintor formó a una camada de artistas que hasta hoy lo recuerdan con gran respeto y admiración.

Caracterizado por su gran espíritu autodidacta, como lo califica Ticio Escobar, siembra –aunque tímidamente– lo que serían los esbozos de la corriente modernista en el país.

 

 

Estilos abordados: La evolución de su obra

Nélida Amábile, catedrática de arte local, recuerda a Bestard como “un hombre modesto, en permanente búsqueda de la verdad pictórica”.

Para Amábile, el artista había incursionado en varios estilos, que van “desde el academicismo –como nutriente– al neocubismo, el efecticismo impresionista y las formas expresionistas

figurativas”.

Todo este desfile estilístico reflejaba, de algún modo, ese afán y esa inquietud del pintor por plasmar su realidad con un lenguaje que fuera el suyo, “evitando la repetición mecánica y fría”, al decir de Amábile.

Sin embargo, el crítico Enrique Marés planteó una clasificación de sus etapas pictóricas, como se estila en el estudio artístico, tomando las colecciones legadas por el pintor.

Por ello, Marés toma cuatro periodos: antes de su viaje a París (1907-1923), durante su residencia en Francia (1924-1933), su vuelta al país (1934-1950) y, finalmente, sus últimos años (1951-1965).

Bestard participó también en varias exposiciones individuales y colectivas en el país y en el exterior.

A nivel local se destaca su muestra en los salones del Unión Club, en 1961. Allí expuso su colección de 14 cuadros dedicados al Sesquicentenario de la Independencia Nacional, de fuertes rasgos figurativos y épicos, y que contó con los auspicios del Instituto Paraguayo de Investigaciones Históricas.

Intimidación de los revolucionarios a Velasco y Ajusticiamiento de José de Antequera y Castro se denominan algunos de sus óleos sobre lienzo más conocidos, los cuales actualmente tienen un gran valor económico, histórico y artístico.

Estas piezas están hoy resguardadas en el Museo de la Casa de la Independencia. En tanto, varios de sus paisajes están en el Museo Nacional de Bellas Artes y en manos de coleccionistas privados.

En el libro-catálogo de Amalia Ruiz Díaz se pueden apreciar numerosas obras sobre diversos formatos y estilos, tales como sus retratos de próceres, familiares, amigos y autorretrato.

Bestard también realizó bocetos variados, desnudos, piezas de naturaleza muerta, así como diversos óleos abstractos, piezas de témpera, óleo y acuarela sobre papel blanco o de periódico. En 1952, Bestard crea, junto a otros colegas, el Centro de Artistas Paraguayos, del cual ejerce la presidencia en dos oportunidades. También forma parte del directorio del Ateneo Paraguayo.

 

 

Apuntes

• Bestard también se dedicó a la literatura. Escribió dos obras de teatro, del género de la comedia. Una de ellas fue Arévalo, la cual se estrenó en 1943 en el Teatro Municipal, con la actuación de Ernesto Báez.

• Otra pieza escénica del artista fue Los gorriones de la loma, que se presentó en 1944, y que contó con la actuación de Nelly Prono.

• En 1951 publicó su novela autobiográfica llamada La ciudad Florida (Memorias de un bohemio), la cual fue impresa en Buenos Aires.

• Colaboró con periódicos locales de la época, apelando a varios géneros, que iban desde la opinión, los cuentos breves hasta los dibujos. Varios de éstos todavía no se han recopilado de manera

sistemática.

• Según Amalia Ruiz Díaz, Bestard accedió a la docencia de manera casi forzada, ante la necesidad de cubrir vacancias, ya que algunos profesores del Ateneo Paraguayo se retiraron o habían muerto.

• Aunque el artista prefirió ceñirse al estilo clásico y figurativo –una suerte de reproducción o copia fiel de la realidad–, tampoco ignoró las corrientes vanguardistas, de las cuales tuvo la oportunidad de conocer durante su estadía en París.

• Edith Jiménez, una de sus tantas alumnas, decía que muchos consideraban a Bestard como “académico”. Sin embargo, ella recordaba que fue este maestro quien le enseñó a amar “el arte abstracto”, ya que en 1945 todavía se prefería lo clásico, lo estandarizado, lo “estéticamente correcto”, según los cánones de la época. Romper eso significaba la incomprensión del medio.

• Dentro de las variadas colecciones de Bestard, figuraban paisajes nacionales y obras de tinte épico, que le valieron el mote de “academicista”, término de cierto rasgo peyorativo, puesto por sus contemporáneos y críticos de arte.

 

Artículo publicado en la edición impresa del Diario Última Hora, del lunes 25 de mayo, en la contratapa del periódico.

Animado recital ofreció la OSCA en Asunción

Foto: Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción, OSCA (fuente)

 

La Orquesta Sinfónica de la Ciudad de Asunción (OSCA) ofreció en la noche del pasado jueves 21 de junio de 2009 un clásico y ameno concierto, ante un numeroso público que demostró disfrutar de la propuesta, y que se desarrolló en la Iglesia San Vicente, del barrio del mismo nombre (Asunción, Paraguay).

Por Sergio A. Noé Ritter

 

Como parte de la gira Conciertos de mi ciudad, que ofrece la OSCA en los barrios asuncenos, la orquesta llevó algunas sorpresas.

Bajo la dirección de Luis Szarán se interpretaron obras del repertorio universal, así como temas actuales y nacionales.

En la cita se lucieron dos músicos de la OSCA. En un momento, el solo del violinista Rubén Jara amenizó la noche con Aires gitanos para violín y orquesta.

En tanto, el arpista Marcos Lucena animó al público -en medio de aplausos- con la interpretación de El tren lechero.

El broche de oro fue sorpresivo, ya que la OSCA accedió al pedido de los presentes de reprisar el tema Cholí, de José A. Flores. Pese a las 9 piezas del repertorio, el recital no fue agotador, sino ameno y muy sentido.

 

 

Publicado el domingo, 24 de Mayo de 2009, en el diario Última Hora.

Ver artículo en el siguiente enlace: Concierto de la OSCA en San Vicente (haga clic aquí)

jueves, 28 de mayo de 2009

Viggo Mortensen, el actor de "El Señor de los Anillos" visitó Paraguay

Foto: Viggo Mortensen. A la izquierda, en el filme El señor de los Anillos. A la derecha, en Paraguay.

El actor estadounidense Viggo Mortensen llegó en forma secreta al Paraguay, y se hospedó en el Hotel del Paraguay (Asunción). Su corta estadía en el país se inició el lunes 25 de mayo y se prolongó hasta el sábado 30 de mayo de 2009.


Por Sergio A. Noé Ritter

Pese a que Mortensen (protagonista de El Señor de los Anillos, como el personaje Aragón) quiso pasar desapercibido ante la prensa, no pudo.
Un grupo de periodistas paraguayos (entre ellos, el que escribe esta nota) lo esperaban en el hall del hotel donde se hospedaba.
Cuando Mortensen se aprestaba a ingresar al hotel cerca de las 18.40, del pasado martes 26 de mayo, inevitablemente tuvo que hablar con los periodistas que lo asediábamos, además de averiguar el motivo de su visita.
Una vez llegado al recinto, no quiso brindar muchas declaraciones a la prensa local, aunque manifestó que vino al Paraguay por un proyecto editorial sobre etnología.
Esta breve conversación que mantuvimos los periodistas con Viggo Mortensen se documentó en varios periódicos de Asunción (Paraguay). Incluso, las cámaras de ABC TV registraron estas imágenes (Vea el video en
ABC TVHaz un aquí).



Artículos de la prensa de Paraguay que hablan del tema:

Actor Viggo Mortensen selecciona material de Schmidt y Susnik
ABC Color (Paraguay) - ‎ ‎27 de mayo de 2009‎
Viggo Mortensen vino como editor y fotógrafo, interesado en etnología
La Nación (Paraguay) - ‎27 de mayo de 2009‎
Actor de El Señor de los Anillos visita Paraguay
Última Hora (Paraguay) - ‎27 de mayo de 2009‎
Vigo Mortensen está en Paraguay para “trabajar en un libro”
La Nación (Paraguay) - ‎27 de mayo de 2009‎
Viggo Mortensen, la estrella de “El Señor de los Anillos”, visita Paraguay
La Nación (Paraguay) - ‎26 de mayo de 2009‎

jueves, 21 de mayo de 2009

Biblioteca del Ateneo Paraguayo resguarda manuscritos de música y arte

Foto (UH): Biblioteca del Ateneo Paraguayo (Asunción, Paraguay). Captada el 18-may-2009.

 

Unos  5 mil volúmenes,  que  incluyen tomos originales de creadores paraguayos, son parte de la colección de la institución. Actualmente, la biblioteca del Ateneo Paraguayo (Asunción, Paraguay) es uno de los archivos especializados en literatura musical del país.

Por Sergio A. Noé Ritter

 

Tomos de literatura, artes visuales, educación artística y musical, composiciones clásicas, partituras y manuscritos originales  de autores locales como Juan Max Boettner y el  maestro Juan Carlos Moreno González, forman parte del acervo de una de las instituciones más antiguas del Paraguay.

Se trata de la biblioteca Rosicrán del Ateneo Paraguayo, la cual resguarda en sus anaqueles unos 5 mil ejemplares de la temática de arte.

Según el director del ente, Manuel Martínez, el rico acopio bibliográfico  es  considerado como uno de los más completos y especializados en el país, en lo que respecta a la literatura pianística y educación musical.

El espacio incluye también materiales audiovisuales de música y ópera, así como ejemplares adquiridos por la comisión del Ateneo  para la capacitación de  profesores y alumnos.

 

Los inicios del espacio

La biblioteca del Ateneo Paraguayo tiene su origen en el Instituto Paraguayo, una de las denominaciones que también tuvo la entidad.

“La colección del entonces Instituto Paraguayo se componía principalmente de libros donados a principio de siglo XX por la fundación Canergie”, explica Martínez.

Las obras estuvieron en resguardo en el Colegio Internacional de Asunción hasta los años ‘40.

Luego, cuando  Juan Francisco Recalde fue titular de la entidad de formación artística, los volúmenes retornaron  al lugar.

“En la década de los 80, el doctor Adriano Irala Burgos traslada  los libros del Centro de Estudios Antropológicos -nacido en el Ateneo- a la Universidad Católica”, acotó el directivo.

 

El acervo actual de la biblioteca del Ateneo Paraguayo

En octubre del 2.003, se declara extinta la colección Canergie y se funda la actual biblioteca del Ateneo, bajo el nombre de Rosicrán (Narciso R. leído al revés).

Dicha denominación es en memoria del escritor Narciso R. Colmán, ya que varios  tomos de su  colección privada se resguardan en el espacio.

En el 2005, la biblioteca del Ateneo aumenta en volúmenes  con el retorno de la colección Canergie. “Ello fue posible gracias a los buenos oficios de Margarita Kallsen, actual directora de la biblioteca de la Universidad Católica,  institución que devolvió definitivamente dichos libros”, dice Martínez.

Por otra parte, el encargado de la institución calificó  al acervo  como “una biblioteca de estanterías cerradas”.

Esto ocasiona que el recinto sea de resguardo, “debido a la calidad de los materiales,  en su mayoría documentos originales de los escritores nacionales”, manifiesta Martínez.

Por tal motivo, las puertas están cerradas al público, además de atravesar  un proceso de inventariado y clasificación de las obras. A futuro, se tiene proyectado abrir parcialmente las estanterías para los investigadores, aunque hoy solo se puede acceder a los textos mediante una  solicitud al ente.

 

Partituras  originales de autores locales

La biblioteca del Ateneo  alberga originales de partituras,  manuscritos y programas de puño y letra de personalidades de nuestro país, como el músico Juan Max Boettner, el   maestro Juan Carlos Moreno González –creador de la zarzuela paraguaya– y la artista plástica  Edith Jiménez.  Asimismo, el acervo incluye  partituras de ex docentes de la institución, entre ellos,   Gloria Gavilán Cálcena de Bordenave,  Josefina Serra Cueva de López, Nelly Giménez, entre otros.