Novela "Sin tetas no hay paraíso", versión españolaLos culebrones latinoamericanos siguen conquistando el mercado mundial. Sus historias de amor, pasiones y odios trascienden fronteras y triunfan también en adaptaciones en lejanos lugares como Italia y el Medio Oriente.
Por Sergio A. Noé Ritter
Prestigiosas cadenas de televisión como Globo (Brasil), Televisa (México), Telemundo (EEUU), RTI, RCN, Caracol (Colombia) e Ideas del Sur (Argentina), entre otras, generan en el mundo grandes divisas, gracias a sus telenovelas.
Luego de las producciones de Hollywood, los deportes y las noticias, los culebrones ocupan un lugar preponderante en los niveles de audiencia mundial y nacional.
Entre los más exitosos figuran Yo soy Betty, la fea, protagonizada por Ana María Orozco y estrenada en Colombia, en 1999.
Esta historia cautivó a millones de televidentes, provocando que la popular "fea" se doblara a más de 14 idiomas, y consiguiera innumerables remakes de éxito en EEUU, Latinoamérica, Asia, Medio Oriente y Europa.
ÉXITO. ¿Por qué gustan tanto las telenovelas latinoamericanas? Usuarios de los foros de Internet manifiestan que los teledramas provocan que el espectador se identifique con las problemáticas propuestas, basadas en la vida cotidiana.
Los internautas también destacan algo de magia y misterio en las series, conjugados con la exaltación de los sentimientos de los televidentes. Así se genera, un interés permanente que no deja pasar un solo capítulo.
Las historias se inspiran en temas universales de la literatura y se hacen más atractivas con la inclusión de elencos juveniles, entre los que se destacan personajes acomplejados, madres solteras y relatos de orfandad, así como historias de abusos sexuales y de poder.
PROYECCIÓN. La cadena brasileña Globo es un referente en telenovelas. Sus producciones fueron exportadas a unos 84 países y dobladas al español, especialmente para el mercado hispano estadounidense y latinoamericano, además de otras localidades del mundo.
Tierra nuestra, que habla sobre un romance de inmigrantes italianos en Brasil a inicios del siglo XX, se transmitió en 84 países.
Otro éxito, La esclava Isaura, se distribuyó en 70 países. En tanto que Lazos de familia se instaló en 66 naciones, mientras que la controvertida producción El clon se emitió en 62 países.
EN COLOMBIA. Grandes éxitos colombianos se produjeron de la mano de la productora RTI, tras encargos de la emisora estadounidense Telemundo.
Gracias a una alianza entre estas dos cadenas, se desarrollaron cerca de 20 producciones, entre las que se destacan Pasión de gavilanes; El cuerpo del deseo; Zorro: La espada y la rosa; Victoria, y Doña Bárbara.
Una de las coproducciones que logró niveles de audiencia sin precedentes, fue la novela Sin senos no hay paraíso, la peculiar historia de una joven inmersa en la prostitución de alto vuelo, cuya llave de acceso es la operación de los senos.
En el caso de las novelas argentinas, dos destellan en el firmamento internacional: Patito feo, y Resistiré.
La primera es una comedia juvenil musical que produjo tres temporadas consecutivas y se expandió a 23 países, sorprendiendo incluso al mismo presidente de Italia, con la versión local de Il mondo di Patty. Televisa realizó incluso su versión bajo el nombre de Atrévete a soñar.
Todo este movimiento tiene su renta. Ya en el 2001, la revista mexicana TV Mas Magazine calculaba que el mercado de las telenovelas generaba divisas cercanas a los 130 millones de dólares al año. Hoy, Globo ya alcanza ventas cercanas a los 200 millones de dólares en lo que va del año. Y todavía hay más.
Artículo publicado en Última Hora, el domingo 4 de Octubre de 2009.
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